LA TRISTEZA

La tristeza después de una separación es inevitable pensamos en todo momento los días felices que pasamos juntos, las promesas de amor que hicimos y nos hicieron e inclusive los planes que quedaron inconclusos en el camino. La vida se torna diferente cuando no separamos de la pareja y es que después de haber compartido nuestra vida con ella y saber que no volveremos a estar juntos puede llevarnos a una profunda tristeza después de una separación.

Revivir cada instante de nuestra vida con nuestra pareja nos causará una sensación profunda de tristeza que no puede llevar a la depresión y al dolor profundo casi siempre el desgano se hace presente y los deseos de superar esta etapa es casi nula. 

Cuando ha existido un tiempo de convivencia extrañar a la pareja es inevitable y sentir que el espacio ha quedado vacíono lo ocupará nadie también. Es que el amor no se va de la noche a la mañana son demasiados sentimiento encontrados los que en el momento aparecen no permitiéndonos ver ni entender que si el amor se acaba es mejor separarse. 

El temor de haber fracasado como pareja también está en la lista de las etapas de una ruptura amorosa y es que el amor es un sentimiento muy profundo que deja huellas y dolor cuando se termina. Pero claro está que a medida que pasa el tiempo las heridas se cierran y tenemos otra actitud frente a la situación. 

Ante la inminente separación retomamos nuestra vida nos trazamos nuevos planes y proyectos para nuestro desarrollo personal y profesional llegando a sentir que es un nuevo renacer