EL MIEDO AL SUFRIMIENTO

El miedo al sufrimiento es una sensación desagradable que desgasta nuestra salud mental y física. Si estás pasando por una situación de sufrimiento que no has buscado o quizá te toca resolver algún tema que no te permite ser lo feliz que planeaste, debes darte un tiempo para pensar con calma cual será el mejor paso a seguir para lograr tu anhelada felicidad. No estamos exentos de pasar un momento triste o desagradable que nos lleve al sufrimiento o mucho menos creer que nunca pasaremos por una experiencia de suma tristeza
porque nos estaríamos engañando. Lo que aprendemos en el curso de la vida es que siempre será mucho mejor ir en busca de la dicha que del sufrimiento, para ello trazamos planes de vida que algunas veces concluimos mientras otras quedan en el camino en lista de espera, Sabemos que debemos ser fuertes ante cualquier situación que se nos presente en la vida y sabemos también que debemos tomar decisiones para que el sufrimiento o preocupación que estamos pasando termine. El miedo al sufrimiento en muchas ocasiones nos desgana, nos limita, anulando en gran parte la capacidad para desarrollar con normalidad nuestras actividades. Es inherente en el ser humano buscar una vida feliz, que le permita su propia estabilidad emocional, física, económica que son la base fundamental para una vida en sociedad; pero algunas veces la estabilidad se pierde por factores diversos haciendo que el individuo pierda el control de manera total o parcial de la situación, llegando al sufrimiento. El sufrimiento nos lleva al agotamiento, algunas veces a la depresión,sin lugar a duda los factores pueden ser conocidos o desconocidos y el no saber cómo manejarlos nos hace sentir a la deriva,abrumados,casi derrotados. Si bien es cierto no podemos evitar tener algún inconveniente en la vida y eso debemos tenerlo muy claro, por tanto ante un problema que nos cause conmoción, sufrimiento debemos asumir con entereza e incluso con responsabilidad los hechos. No todos tenemos las mismas reacciones, las mismas formas de pensar o resolver una situación, la calma debe predominar, el análisis y la conclusión deben ser la mejores para culminar con éxito el problema que nos aqueja. Entendamos que todo en la vida tiene solución, lo hemos escuchado más de una vez, las emociones a veces trabajan en nosotros negativamente, y eso nos lleva al sufrimiento debemos también saber perder; quién no planeó desde lo más simple como salir con el /la persona que nos gusta o de las que estamos enamorados y nos cancela la cita. Nos enojamos, nos alteramos y al llegar a ese punto nuestro sistema nervioso ya está alterado, nuestros sentidos no responden adecuadamente con ello perdemos la claridad para ver mejor la situación. Algunas veces queremos inmediatez somos sutilmente prepotentes es más nos decimos muy bajito “la próxima vez que tú quieras salir te digo que no puedo” Por otro lado están aquellas situaciones que alteran nuestras emociones como una posible enfermedad,la perdida de nuestro trabajo,el fallecimiento de un ser querido,un divorcio,un amor no correspondido,entre otra causas. O también aquellas emociones desconocidas que nos dan sensaciones de inseguridad, sufrimiento,miedo, angustia y que pueden darse por problemas del sistema nervioso que se encuentra alterado por algún evento que ha sucedido en nuestras vidas o también por causas físicas. Debemos replantear nuestros objetivos, planes, metas, sin frustración, sin temor al sufrimiento o al fracaso, canalicemos nuestras emociones y transformemos lo negativo en positivo. Aprendamos de los errores, recordemos que no somos seres perfectos y no seamos nuestro peor crítico, nuestro peor juez, no está bien, eso no ayuda. Existen terapias alternativas y también tradicionales beneficiosas, busquemos ayuda profesional, debemos luchar siempre por sentirnos bien, lo merecemos.